jueves, 12 de abril de 2012

La Vida

Aveces la vida nos pone obstáculos
Me di cuenta que no siempre la vida es color de rosa,muchas veces nos pone piedras
en el camino que debemos saber esquivar y si son difíciles de esquivar debemos saber
 vivir con ellas.
hoy me dijeron algo que me llego al corazón, me dijeron que todo en la vida tiene solución
hasta la muerte la tiene, ya que si dios eligió ese destino para la persona es porque tenia una
mejor vida allá en el cielo y el sufrimiento iba a terminar.
Muchas veces no sabemos valorar lo que tenemos hasta que lo perdemos
por eso a partir de hoy aprendí a valorar y disfrutar lo que tengo en mi vida porque
no se si es mañana que ya no lo voy a tener mas.
Es hoy cuando aprendí a amar a los que me quieren de verdad.
                                                                             LunaMora

lunes, 2 de abril de 2012

Me Atrapó


La muerte te persigue, esas fueron las palabras que él había gritado al aire mientras yo corría. fueron unas simples palabras "la muerte te persigue", ¿que podía significar eso?, no lo supe hasta que comprendi que él era la mismísima muerte y que venia en busca de mi.
¿el motivo?, había logrado escapar de sus manos una vez mas.
Ahora tengo que concentrarme en correr, siento como mis botas golpean contra los pequeños charcos de agua que quedaron de una tarde lluviosa haciendo eco en el vacío tunel.
Mis pulmones comienzan a cerrarse y mi cabeza ya no razona presa del miedo y el dolor.
de mi brazo salen borbotones de sangre a causa del enorme tajo causado por sus garras, trato de parar el sangrado cubriendolo con un pedazo de mi camiseta, pero me es imposible detenerlo.
Mi corazón palpita a mil por hora cuando recuerdo el momento en que me sostuvo entre sus manos
-    te dije que no ibas a poder esconderte!
Las palabras no querían salir de mi boca, estaba paralizada
Él se rió a carcajadas para luego acercar su boca a la mía, gire la cabeza con brutalidad y él apretó mi cuello con mas intensidad. me costaba hacer que el aire llegara a mis pulmones, mi entorno se tornaba borroso, estaba inmóvil.
Con uno de sus huesudos y largos dedos acaricio mi blanca mejilla, me tomo del pelo y tiro mi cabeza hacia atrás dejando mi cuello a simple vista.
-    A partir de esta noche, te juro que nada va a faltarte.
su boca iba acercándose lentamente a mi cuello, mi corazón tamborileaba alocadamente, las lágrimas locas por salir se agolpaban en mis ojos. iba a darme el beso de la muerte.
la adrenalina se instalo en mí, di una patada que atino en su estomago pero el ni se movió, no sintió nada.
-    Cuando vas a entender que una simple mortal no causa nada en mi.
-    Cuando vas a entender que no soy una simple mortal!
Con un movimiento realmente rápido solté una de mis manos y tire un manotazo rasgando su cara.
Él me soltó y caí golpeando contra el suelo.
Pude ver como se sujetaba la cara y miraba con ojos inyectados de odio, intente levantarme con torpeza pero me tomo del brazo y clavo sus garras dejandome una gran herida que rápidamente comenzo a sangrar. pegue un grito ahogado y lloré, pero no por el dolor sino por la rabia y el miedo a morir.
No comprendo cual fue la razón pero él me dejo escapar y simplemente grito al aire mientras corria y me adentraba en la noche neblinosa  "la muerte te persigue".
Ahora me encuentro corriendo hacia un lugar seguro, en el cual pueda seguir con vida pero en este momento lo creo imposible, creo que la muerte ya me atrapó.
                                                                              LunaMora

domingo, 1 de abril de 2012

Escapar


Sentía unos ruidos raros en el piso de abajo

-     ¿Mama?

Nadie contestaba

-      ¿Papa?

Seguían sin responderme

-     ¿Leonardo?

Ni una respuesta

Al parecer no había nadie en la casa pero los ruidos no cesaban

Salí de la cama y baje sin hacer el más mínimo ruido. Tenía miedo de llamar la atención de quien fuere el causante de lo que me había despertado.

La cocina estaba cubierta con una espesa niebla gris que lo helaba todo. La piel de mis desnudos brazos se puso como de gallina.

No podía vislumbrar nada pero el ruido era cada vez más fuerte, parecía como si alguien o algo estuviera rasguñando… ¿madera?

Agarre la sartén que estaba encima de la mesada lista para dar mi primer golpe por si algo aparecía… pero me di cuenta que el molesto ruido no era dentro de mi casa sino afuera.

Me relaje, pero nunca deje de estar alerta.

Abrí la cortina que daba hacia fuera y los vi…

Ahí estaban  ellos con sus horribles caras mirándome, deseándome como a un pedazo de carne roja y jugosa.

Mi corazón latía desbocado a causa del terror que sentía, al parecer eso los volvía  aún más locos.

Sus uñas afiladas rasgaban con mas desesperación la entrada principal de casa. El temor se apodero de mi impidiéndome pensar.

No sabía que hacer, a donde ir, hacia donde correr, estaba paralizada.

Cerré los ojos, respire profundo y cuando decidí calmarme sentí una respiración agitada que azotaba mi nuca. El aire se volvió mas espeso aun con un olor nauseabundo. Sentí arcadas, pero me contuve.

No quería mirar pero tenía que hacerlo.

Me gire con brutalidad  y lo vi, era el, me sonreía mostrando sus afilados y putrefactos dientes. Sentí asco y repulsión al mirarle su desfigurada cara.

Pegue un grito ahogado. Mi corazón se acelero y comencé a correr.

Correr lo más rápido que podía, lo más rápido que mis piernas me lo permitían. Tenia que salir de ese lugar.

Tome la decisión más estúpida que podría haber tomado en toda mi vida pero en ese momento no podía pensar con claridad.

Salí de la casa.

Salí por la puerta de atrás que él había dejado abierta al entrar, pero nunca deje de correr


                                                                    LunaMora

Despedida


Estaba parada junto a un abismo el viento era tan fuerte que hacia que mi pelo chocara contra mi cara con mucha fuerza. En lo alto del cielo, sobre mí volaban unos carroñeros a la espera de que algo me sucediera. Al retroceder un paso para alejarme de allí y evitar lo que era una muerte segura, mi cuerpo comienzo a vibrar, se sacudía como si mil voltios me estuvieran electrocutando y por más que hiciera todo por detenerlo no podía. Me acerque más y más al abismo y caí. me entregue, cerré los ojos y esperé a la muerte

Me desperté exaltada. Asustada.                  
Toque debajo de mi espalda y si… ahí estaba mi móvil vibrando como loco.



-          estúpido teléfono, casi me matas de un susto.

Tenía un mensaje.



Emma: perdón por haberme ido sin avisarte.
Necesito que hablemos. Te espero en el
Lugar de siempre.
No le digas a nadie.
Te quiero.
                                A.


        -   Amelía! – me dije con sorpresa. me había olvidado por completo de ella, aunque sabia que mi inconsciente no podía dejar de pensarla. Tenia ganas de verla,que me diera explicasiones.
La extrañaba demasiado.
Sin pensarlo tomé mi campera y Salí hacia lo profundo de bosque.
Cruce el umbral de la puerta y la brisa fresca de la tarde-noche choco contra mi cuerpo. Me estremecí.
Al llegar al lugar pactado no había nada más que árboles y sombras deformadas a causa de que la noche iba callendo poco a poco.
Comencé a pensar que no había sido una buena idea ir sola, hasta que vi a Amelía salir de la profundidad del bosque, pero no estaba sola, sino que venia con un hombre de facciones gruesas y marcadas.



-          Emma! – su voz mostraba un tono de amargura y dolor
-          Amelía!

Ambas caminamos hacia donde estaba la otra y nos dimos un abrazo.


         -          ¿ A donde te habías metido? , no sabes la falta que me haces en este momento.
-          no puedo decírtelo, no insitas por favor - su rostro tenia una mueca de dolor al igual que su voz

Me dolió que ella no me lo contara, sentí como si un puñal me atravesara por la espalda otra vez…


          -      Amelia… - la llamo el chico que venia con ella. Su voz era gruesa y emanaba poder

Ella lo fulmino con la mirada

-       me quede sin tiempo, quiero que me hagas un favor.

Asentí
me susurro al oído algo que no podría repetir, aunque era algo imposible de hacer debía cumplir con mi amiga, se lo había prometido
 La abrace y ella me beso la frente.


         -        te voy a mandar un texto –me susurro

-       ¿vas a volver? –pregunte casi con desesperación.

No quería que volviera a irse.
Sin responder dio media vuelta y comenzó a correr hasta fundirse en las sombras
y simplemente desapareció.
por alguna razón supe que esa seria la ultima vez que la vería




LunaMora