Las sombras se acercaban hacia mi y con ellas la temperatura del lugar bajaba.
forcé la puerta con mucha fuerza hasta que después de unos segundos esta se abrió. Al intentar dar un paso, me di cuenta que estaba paralizada, no me podía mover. Delante de mi había un camino que llevaba a mi salvación pero ya era demasiado tarde.
Las sombras me rodearon, arañaban mi piel con unas garras invisibles y afiladas. Fuertes zumbidos se convertían en una palabra al llegar a mis oídos.
No caminaba, pero me movía con dificultad, la puerta se alejaba, intenté retroceder, pero solo conseguí caer al suelo.
Las sombras me estaban engullendo.
Ya no tenía fuerza. Solo podía chillar aún sabiendo que nadie me oía y de que con mi miedo alimentaba aquellos seres inmundos.
Cerré los ojos, deseé con fuerza no estar allí, deseé no haber jugado con lo que no conocía, deseé que todos y cada uno de aquellos seres desaparecieran y por último deseé que todos mis amigos volvieran a vivir y así poder verlos aunque fuese solo una vez mas.
Los zumbidos cesaron, ya no tenia frió y al abrir los ojos vi a mis amigos, mis deseos se habían cumplido.
Todos estaban preocupados, tenían el rostro desencajado y la mayoría de ellos intentaban levantarme del suelo.
Aún era de día, las cortinas que antes no dejaban pasar la luz estaban recogidas, el tablero de ouija estaba sobre la mesa con un vaso en el centro. todo parecía normal y tranquilo
Aún no podía comprender que había sucedido, según mis amigos, me había desmayado al tocar el vaso, pero yo solo recordaba haber llegado a la cabaña para pasar el fin de semana y después haber jugado a un juego que había causado la muerte de mis amigos y casi la mía.
Al caer la noche todos se fueron a dormir. fui la última en subir al segundo piso por el miedo que me causaba cerrar los ojos y volver a estar atrapada por aquellos seres, sentí que algo me miraba, que algo me rodeaba.
La luz del segundo piso estaba encendida, así que después de tranquilizarme y mentalizarme que solo había sido una absurda sensación, apagué la luz y dejando la puerta entornada de la habitación, me acosté en la cama con la intención de dormir.
No conseguía conciliar el sueño ya que cualquier sonido me asustaba, al girarme me pegue un asustó de cagarse con mi propia imagen reflejada en un espejo.
Al cerrar los ojos, por fin conseguí dormirme.
Las sombras volvieron, me atrapaban, el frió volvió a invadir mi cuerpo, un escalofrío, un grito y de un salto me desperté. Ya volvía a estar despierta nuevamente.
Un escalofrío invadió mi cuerpo al oír un ruido. Al mirar hacia la puerta vi que la puerta de la habitación estaba abierta de par en par y que la luz del pasillo estaba encendida.
me levante, a pesar de que mi instinto me decía que no. Al presionar el interruptor la bombilla estalló y mi corazón casi se salio de mi pecho.
sentí la necesidad de bajar al piso de abajo haber si alguien había ido a ver la tele y había dejado la luz encendida.
Bajé las escaleras con cuidado. Los escalones crujían a mi paso cosa que me asustaba y hacia que mi corazón latiera mas rápido de lo habitual.
Aunque tenia frió, estaba sudando. Cuando llegué al último escalón no pude aguantar la tentación de volver a mi habitación pero un extraño impulso de valentía me lo impidió.
Una vez abajo, decidí ir al comedor por si había alguien.
Para llegar a la estancia, tenia que cruzar un largo pasillo cosa que me hizo temblar todo el esqueleto.
Tenía la camiseta empapada de sudor y eso me incomodaba demasiado. Al llegar al comedor pude ver que no había nadie.
Al girar para volver a la habitación vi un pequeño haz de luz que provenía de la cocina.
Al llegar a la pequeña estancia donde aún quedaban los restos de la cena, vi una linterna encendida sobre una pequeña mesa redonda.
tomé la linterna y al oír un ruido,mi corazón se disparó y corrí hasta llegar nuevamente al comedor donde había mas luz. Al llegar al comedor vi a todos mis amigos sentados alrededor del tablero de ouija .
Cada uno de mis amigos tenia el dedo índice sobre un vaso que no hacia movimiento alguno. algo que me pareció demasiado aterrador
¿Qué hacen a estas horas levantados? Pregunté con voz temblorosa.
No hubo respuesta alguna, solo un frió silencio.
me acerque a ellos y les pedí que no bromearan, que estaba aterrada, pero ninguno de ellos se inmutó, a punto de llorar, me acerque lo suficiente para ver como el vaso se empezaba a mover señalando poco a poco un conjunto de letras.
Al cabo de un rato la palabra que formaban las letras era: JUGUEMOS.
mis amigos dejaron de mirar el tablero de ouija para mirarme a la cara, con los rostros desencajados y con unas miradas que me congelaron la sangre.
retrocedí unos pasos instintivamente y entonces vi como todos mis amigos se abalanzaron sobre mi cuerpo.
Al chillar y cerrar los ojos sentí una extraña tranquilidad... hasta sentir de nuevo unos extraños zumbidos. el miedo me invadió por completo
mis amigos se habían convertido en las sombras y lo último que pude sentir fue como esos seres me atravesaban la piel con sus garras matándola poco a poco. solamente rogué que todo fuera una estúpida pesadilla.
la oscuridad de devoró. todo estaba oscuro y helado.
me vi vagando por el lugar, flotando por el aire.
la niebla espesa de la estancia me impedía ver algo que yacía ileso en el suelo, me acerque con cautela y pude ver mi cuerpo hecho pedazos rodeado por mi grupo de amigos con un papel en el pecho y en el habían dos palabras escritas: GAME OVER
LunaMora
LunaMora